Defiende que hacen periodismo serio y que tienen más audiencia que otras cabeceras tradicionales
Las revistas de prensa constituyen una de las secciones más clásicas del mundo del periodismo. Los informativos de última hora y los magacines matinales recurren a este espacio informativo para dar a conocer a sus audiencias los temas que los principales periódicos han destacado tanto en sus portadas como en sus páginas de actualidad y opinión.
¿Pero cuáles son los criterios que se siguen a la hora de escoger las distintas cabeceras que sirven de base a estas revistas de prensa? ¿Se tienen en cuenta los resultados del Estudio General de Medios (EGM)? ¿Se eligen los medios más influyentes o los que marcan la agenda informativa? ¿Por qué prevalecen los medios impresos sobre los digitales?
A estas y otras cuestiones trata de dar respuesta en uno de los artículos de su blog Enrique Dans, profesor de Sistemas y Tecnologías de Información.
En su opinión, los canales de televisión de ámbito nacional seleccionan como cabeceras de sus revista de prensa a El País, El Mundo, ABC, La Razón, La Vanguardia y El Periódico, hecho que otorga una gran visibilidad a estos medios, en detrimento de otros.
La razón que se esgrime para optar por estos periódicos responde, según Dans,,a un criterio completamente anticuado y que ya no tiene ningún sentido en los tiempos actuales.
“Los informativos de televisión”, asegura, “revisan, en realidad, la prensa en papel, la que se puede encontrar en los quioscos. En pleno años 2015, cuando si consultamos el último EGM nos encontramos con que los periódicos de papel tienen una audiencia del 29,8% en acusado descenso desde hace ya muchos años, frente a un 60,7% de internet con un fuerte crecimiento, resulta que el criterio utilizado para destacar las noticias en los informativos de televisión es… que estén impresos en papel. ¿Debe ser realmente el material sobre el que están impresos y el hecho de venderse en un quiosco lo que marque qué medios obtienen el privilegio de ser destacados en los informativos de televisión?”.
Dans subraya que, si se atiende a los resultados del EGM, el diario 20Minutos (segundo medio en audiencia en papel) debería ser uno de los incluidos en la lista, mientras que La Voz de Galicia sustituirñía al ABC y La Razón se caería de ese selecto grupo. La lista de seis medios se convertiría en El País, 20 Minutos, El Mundo, La Vanguardia, La Voz de Galicia y El Periódico.
Dans reflexiona sobre qué criterio se utiliza, por tanto, para seleccionar las cabeceras que son revisadas en las noticias de la noche de las televisiones y se pregunta a qué obedece esa selección si el criterio no tiene que ver con las ventas ni la audiencia de papel, ni tampoco la audiencia en internet.
“Las razones, como imagino algunos ya adelantan”, precisa Dans, “son otras. Si preguntas en las televisiones, pueden encontrarte respuestas de todo tipo, pero la que predomina es que ‘eso no se puede cambiar’, y que si se ha intentado, ha generado reacciones muy fuertes que han llevado finalmente a desterrar la idea. Pero la pregunta es clara: ¿qué sentido tiene marginar a medios que llevan a cabo periodismo serio y que obtienen audiencias mayores que otros, por el simple hecho de que esos otros están impresos en papel y se venden en un quiosco? ¿Qué interés existe en otorgar más relevancia a medios en papel que a medios de internet, o en escoger un conjunto sesgado de medios en virtud de criterios completamente subjetivos?”.
Dans concluye que los medios deberían convencerse de que lo razonable es incluir a los medios en función de su verdadera relevancia o de algún criterio objetivo, “independientemente de cuestiones como el papel, la supuesta tradición, o el poder del lobby que tienen detrás. ¿No deberíamos, como espectadores, plantearnos por qué se otorga una hegemonía absurda y sin ningún tipo de cuestionamiento únicamente a esos seis medios? ¿No es ya tiempo de ir planteándose cambiar este tipo de cuestiones?”.
