Critica que los periodistas sólo escriben para “sus colegas, los políticos y sus madres”
¿Cuánto tiempo le queda al periódico de papel? Casi todos los estudiosos y los profesionales del sector están de acuerdo en que los diarios, tal y como los hemos conocido hasta hace poco, tienen fecha de caducidad. Simplemente se trata de poner una fecha en un calendario que está a la vuelta de la esquina.
Roberto Guareschi, secretario de Redacción del rotativo argentino Clarín durante trece años (1990-2003) y profesor visitante en la Universidad de California en Berkeley, se ha sumado a este debate y ha vaticinado que a la prensa de papel le quedan poco menos de veinte años.
En una entrevista publicada en el blog “Novedades de Babel”, Gjuareschi afirma lo siguiente: “Sí, (el diario en papel) tiene los días contados. Es una tecnología costosa, torpe, poco ágil, sin interactividad. Además se plantea como ‘este es el diario, léelo así’, y en Internet el usuario tiene otras opciones. Ahora ¿cuándo se va a morir? Un tipo que tiene hoy 18 años va a tener 35 en 2031, poco más de quince años. Creo que para ese año, quizás, este efecto cascada que está ocurriendo ahora va ser cada vez más rápido. Le debe quedar un poco menos de 20 años. Incluso en términos de dinero: si un diario en papel hoy pierde plata, esa pérdida va a ser cada vez más rápida”.
Hace veinte años el diario Clarín, el más importante de los editados en Argentina, vendía 750.000 ejemplares diarios, mientras que en la actualidad apenas llega a los 250.000. Guareschi sabe de lo que habla. No en vano fue uno de los impulsores de la edición digital de Clarín.
En su opinión, la profesión periodística atraviesa una crisis que, tarde o temprano, terminará impactando en sus lectores: “Los periodistas escriben para sus colegas, los políticos y sus madres. Lo hacen por prestigio, y se olvidan del lector”, explica.
En la entrevista, Guareschi admite que en la agenda de los medios tienen cada vez más peso las redes sociales. “La gente”, indica, “entra a los diarios, sobre todo, por referencias que vienen de las redes sociales o los buscadores. Al New York Times entra sólo el 37 por ciento del tráfico total de sus usuarios. Es muy poco. El Times tiene una portada de papel, una home page en Internet, y ahí le cuenta a sus usuarios su identidad, establece su voz, le dice a la gente qué es lo más importante, qué es lo que le conviene leer aunque no sea lo más importante. Hacen un menú de noticias que a la vez define su voz. Pero si la gente, en vez de entrar por la puerta entra por la ventana, el diario pierde esa capacidad de agenda”.
El periodista entiende que en este contexto Internet ha surgido como una alternativa ideal ya que permite elegir de forma sencilla qué contenido es relevante, pese al exceso de datos que circula en la web. Además, asegura que las redes sociales también juegan un papel importante en esta nueva forma de consumo, ya que son una herramienta para filtrar información.