Los twiteros no son periodistas
Al prolijo y a veces agotador debate sobre las relaciones entre twiteros y periodistas se ha sumado recientemente la autorizada voz de Javier Darío Restrepo, responsable del Consultorio Ético de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericana (FNPI).
Ante una pregunta recibida en el Consultorio sobre si se puede considerar a los twiteros periodistas, Restrepo ha sido contundente: “Ni los twiteros, ni los grafiteros, ni los blogueros, ni los que tienen cuenta activa en Facebook pueden llamarse periodistas por razón de estas actividades comunicativas”.
Restrepo admite en su reflexión que los usuarios de esa red social pueden llegar a comunicarse con audiencias más amplias que las de cualquier periódico, que incluso pueden tener la misma periodicidad en su comunicación, pero deja bien claro que tales hechos no confieren a los entusiastas de Twitter la condición de periodistas.
Cinco son los requisitos que, según Restrepo, deben reunir quienes sean reconocidos formalmente como periodistas:
- Dedicación profesional a las tareas de servir a una audiencia, a través de la información de los hechos diarios de la vida de la sociedad, del país o del mundo.
- Procesamiento diario de las informaciones para servir al lector con los antecedentes, los contextos y las proyecciones de los hechos.
- La confirmación y ampliación de los hechos con ayuda de fuentes plurales y diversas que, además, deberán ser idóneas e independientes.
- Seguimiento de las informaciones de modo que el receptor tenga acceso al conocimiento de los procesos en que los hechos se enmarcan.
- Todos estos pasos deben estar guiados por una conciencia profesional cuyas normas éticas han llegado a conformar un talante o costumbre de acción.
Concluye Restrepo que tanto los usuarios de las redes sociales como aquellos periodistas sin una conciencia clara de su identidad profesional suelen limitar sus actividades a las descritas en el primer punto, que son una parte mínima del quehacer periodístico.
Igualmente, reconoce que el debate surgido en torno a las similitudes entre twiteros y periodistas ha tenido como consecuencia positiva que tanto los profesionales de la información como los lectores se hayan vuelto a preguntar qué es realmente ser periodista y que esas respuestas hayan contribuido a una formulación completa de los elementos que conforman la identidad periodística.
